Tres años justos después de que el Cord L29 se dejase de fabricar, la marca decidió fabricar un coche más ortodoxo, que serían los modelos 812 y 810. Gordon Buehrig fue el responsable del sensacional y deportivo diseño con los faros delanteros escondidos bajo unas cubiertas en las aletas frontales. Su conducción, suave y futurista, era una proeza técnica. En principio fue un proyecto para la marca Duisenberg y se decidió que fuese un Cord con el nombre de 810.
La atractiva carrocería monocasco combinaba perfectamente con el chasis. Bajo su capo llamado coffinnose había un motor V8 con un complejo montaje de tracción delantera procedente del desafortunado L29.
Se modificó a la suspensión delantera colocando ballestas con láminas transversales y grandes conexiones colgantes. La transmisión aportaba cuatro velocidades hacia delante conectadas a un sistema selector que trabajaba por vacío eléctrico. Esto quiere decir que sólo se necesitaba una pequeña columna de dirección para cambiar de velocidad. A partir de 1936 su potencia se vio aumentada por un turbo compresor Schwitzer Cummins hasta los 190 Cv. que equipó el 812, cuyo tubo de escape tenía en su exterior cromados y plateados muy elaborados. En lo comercial estos preciosos coches no tuvieron demasiado éxito y se dejaron de fabricar sólo dos años después.
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