DeSoto Airflow

DeSoto superó la crisis de los años 30 gracias a dos razones, primero porque Chrysler no consideró oportuno tener a dos de sus marcas, Dodge y DeSoto compitiendo entre sí con un mismo precio, por lo que DeSoto se encareció aunque no llegó al precio de la marca madre, y por otra parte porque desde 1934 DeSoto adopto el controvertido diseño del Airflow.

Su diseño era tan radical que mostraba unos guardabarros que apuntaban al interior de la carrocería y unos faros delanteros que formaban parte de ella. El capó se inclinaba hacia abajo frente al eje delantero y tenía tomas de aire horizontales. Su chasis monocasco hacía que la serie fuese realmente atractiva, incluso demasiado para sus compradores, por eso DeSoto se las arregló para vender más Airflows que Chrysler, unos 15.000 frente a 11.000 de la marca madre. Pero entonces DeSoto fabricaba coches exclusivamente de este estilo. Entre 1935 y 1936 vendió 11.797 coches, lo que impulsó la entrada de otra serie más convencional llamada Airstream en 1935. La forma del radiador parecía más a una V. El Airflow III, de 1936, cambió mucho más su diseño mucho más su diseño incorporando nuevos parachoques, luces trasera e interior mejorado, pero fue demasiado tarde para recuperar sus escasas ventas.

DeSoto Airflow



DeSoto Airstream