Cadillac resulto muy afectada por la depresión económica de los años 30 y tuvo que recortar costes para sobrevivir. Por eso sustituyó sus motores V12 y V16 con válvulas en cabeza por un nuevo V16 plano que podía entregar los mismos 185 Cv. de antes y era más barato, ligero, fácil de fabricar y más fiable. La llegada de una mayor precisión con los cojinetes frente a los aros permitió eliminar el traqueteo y el desgaste que sufrían los motores anteriores. Este motor se instaló en el modelo 90 que usaba la carrocería del 75 con un motor V8. No habría problemas de espacio porque aunque la distancia entre ejes era 33 cm más corto que las viejas limusinas con motor V16, las carrocerías eran iguales o a veces hasta más largas. La mayoría de los 90 eran espaciosas limusinas imperial solo se fabricaron unas pocas descapotables.
En cualquier caso, Cadillac consideró caro fabricar esos motores V16 después de 1940 a pesar de que compartiesen la distancia entre ejes y bastantes partes de la carrocería con los modelos V8 de la serie 75. El año 1940 fue el fin de una etapa para uno de los más importantes fabricantes de automóviles americanos.